La limpieza de las alacenas de la cocina no es algo que realicemos a diario, ni tampoco frecuentemente, sino que en general se mantienen bien con solo repasarlas cada cierto tiempo. Podemos utilizar agua tibia, o bien un producto limpiador cuidando de que no marque ni deteriore el material del mueble. Y es mejor recurrir a una toalla de papel, y no a un paño de tela, porque esta permitirá administrar mejor la cantidad de agua o de producto que incorporamos; cambiar el paño cuando esté muy saturado para no trasladar el sobrante al mueble, y especialmente, teniendo en cuenta que en las alacenas guardamos alimentos, evitar el contagio de gérmenes y bacterias proveniente de otros lugares de la casa. Para una limpieza más duradera, existen lugares estratégicos de nuestra alacena que se benefician si los forramos con toallas. Por ejemplo, donde se guarda el frasco de azúcar o el de café, que siempre se derraman un poco por más cuidadosos que seamos, o donde ponemos la botella de aceite. También es importante colocarlas por encima del mueble de la alacena, donde se acumula polvo o grasa. Contar con toallas en estos espacios puntuales de la alacena nos ayudará a mantener limpio todo el mueble, sin partículas que se trasladen de un lugar a otro. Con solo retirar esta capa de toallas que colocamos cuando la veamos cubierta de alimento derramado, o de polvo, y reemplazarla por otra limpia, ¡nuestra alacena estará siempre como nueva!
Tips de limpieza
Alacenas forradas con toallas de papel para una limpieza duradera
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